Todas nuestras casas salesianas han sido obras de Dios, llamadas del Señor para que nos hagamos presentes en las distintas ciudades y pueblos del mundo.
Por ello, para la fundación de nuestra casa, Dios se vale de la Sra. Doña Concepción González y Villar, propietaria de un inmueble de la calle Pedro Alonso 16, que deseosa de hacerse religiosa, cede el edificio a las Hijas de María Auxiliadora, en favor de los más pobres y necesitados
La Casa de Jerez se abrió el 8 de noviembre de 1897, con la presencia de la Consejera General, responsable de la Formación de la Congregación, Madre Emilia Mosca, que la dejó en manos de una comunidad pequeña de seis hermanas.
Es cierto que los primeros momentos de las Hijas de María Auxiliadora en la ciudad no fueron nada fáciles, pero la Providencia hizo que pronto el colegio de las salesianas de la calle Pedro Alonso fuera un referente educativo y espiritual para Jerez.
Cuando se inauguró la Casa, la Virgen que presidía la capilla era un cuadro traído de Turín, probablemente reproducción del que pintó Lorenzone para Don Bosco en 1865. Sin embargo, un hecho clave iba a cambiar hasta hoy la historia del Colegio. El 28 de marzo de 1899 visitó Jerez el beato Miguel Rúa, Primer Sucesor de Don Bosco, que pudo contemplar con sus propios ojos la precariedad en la que vivían las hermanas. Don Rúa, con su visita consiguió una serie de bienhechores para las salesianas, que desde entonces no las abandonaron ante las distintas adversidades de la época, prometiéndoles además una nueva imagen para que presidiera la capilla. El 20 de mayo de 1900, las Hijas de María Auxiliadora recibían con entusiasmo en su casa la nueva imagen de la Virgen prometida por Don Rúa.
Muchos años después, las nuevas necesidades educativas hicieron que las salesianas tuvieran que plantearse el cambio de casa. El colegio de Pedro Alonso se había quedado pequeño para tantas alumnas y era hora de encontrar algún terreno donde edificar uno nuevo más acorde con los requisitos de educación propios de los años 60. Así, a partir de 1968 se empezó a construir el colegio en la zona de Monte Alto, por aquel entonces casi despoblado. Cuando se inauguró, se alternaron las clases en Pedro Alonso y en Monte Alto, hasta que finalmente la casa del centro se cerró en 1974. El 13 de marzo vino la última inquilina de la casa: nuestra Virgen María Auxiliadora. Desde entonces, preside la capilla y los corazones de todos los alumnos del colegio
Actualmente el colegio es un referente en Jerez para muchas familias, por su carisma y por su estilo educativo – evangelizador. Para nosotros los colegios salesianos, son casas donde los niños y jóvenes sienten formar parte de una gran familia, donde son partícipes en primera persona de los que se les transmiten y viven.
Por este colegio han pasado miles de jóvenes que se sienten muy orgullosos de la educación recibida y de seguir formado parte de esta gran familia salesiana.
Agradecemos la entrega de tantas hermanas, profesores, padres de familia, familia salesiana, personal no docente, animadores, que han trabajado con corazón salesiano para ayudar a tantos jóvenes que necesitan una mano amiga que los acompañe para “ser los buenos cristianos y ciudadanos que quería Don Bosco”.